La riqueza de la felicidad

• Si somos felices, somos ricos.
• La RIQUEZA es la herencia de Dios en nosotros, él celebra en todo, en cada una de sus obras.
• Los herederos del Amor siempre están llenos de todos los placeres de la Vida.
• Si reconoces que nada existe más allá de ÉL/Ti, entonces el trono de la Existencia es tuyo, incluso si estás sentado, simplemente observando.
• Los deseos desaparecen en la alegría del momento Presente.
• Confía en ella completamente.
• Como me gusta decir: O BIEN TE METES AL 100%, O NI SIQUIERA ESTÁS ALLÍ.
• Por supuesto, es solo una imagen de palabras, sin embargo, no se puede confiar un poco, amar un poco, ser consciente un poco: un poco puede significar que estás con un pie en el flujo del río y con el otro afuera, y eso también está BIEN.

El Amor es todo lo que ves,
es la visión, es Dios en nosotros.

• Los deseos son una opción no expresada, que se convierte en una lucha mental entre lo que es y lo que el mente anhela, atrapada en sus limitaciones.
• El que anhela ve la causa de su alegría afuera y aún tropieza con sus creencias, que le impiden darse cuenta de que sin presión ni urgencia, todo se manifiesta tan libremente.
• El que anhela es una concepción mental con la que te has identificado tan profundamente, y ese eterno insatisfecho surge de la falta de conciencia de esa Fuente de la que todo surge espontáneamente.

Observa el deseo como el resultado de no estar sintonizado con esta realidad, donde desaparece cualquier necesidad imaginaria. Tú estás lleno de Amor sin razón, y ella nutre todas las formas.

Haz un gesto y deja de intentar controlar algo tan poderoso e indescriptible. Permanece en la Observación en lugar de intervenir en estos caminos hacia el Despertar, desde esa identificación con la persona a la que le has dado tu nombre.

Observa al que ansía cualquier cosa y deja de identificarte con él. No necesitas desear para experimentar, solo necesitas abrirte.