Silencio

Y cuando Dios me enviaba aquí a la Tierra, dijo:

• Sé quieto, cuando las Mentes truenen con duda, cuando las multitudes en el letargo de las ilusiones se enfrenten entre sí, sé quieto, cuando ese grito de separación, con dolor azote sin fin.
• Calla, cuando las palabras quieran destruir lo sagrado y en su consideración abrace toda esa guerra de creencias.
  

El silencio te nutrirá con la Verdad y la ilusión de separación desaparecerá, ella llenará con sí misma las imágenes efímeras y señalará hacia ese Hogar, que en ti perdura eternamente.

Tu Silencio no será un silencio, es música en esa Voz que nunca cesa, y sin embargo, no hace caos en nada.

• Cuando me volví hacia la historia y en el olvido cumplía mis roles, Dios aún se reía conmigo de esos guiones que, en el tapiz de significados, nos traían de vuelta a Nosotros mismos.
• Cuando las lágrimas se secaron, y el cielo callaba mirado a lo lejos, esa luz interna aún llenaba cada duda.
• Y Estoy aquí, envuelta en la eternidad en cada uno, y las huellas del ayer desaparecieron en lo que no conoce la separación.
  

Y Estás aquí conmigo, querido, incluso si sueñas con las diferencias, ya no significan nada en mi Corazón. No te espero, porque no veo separación, cuando bailo en el océano de la totalidad y te envío ese mensaje que sigue sin cambiar:

• En el Amor regresamos de esas historias no sobre nosotros, dejamos atrás las jaulas del pasado y centrados en este momento presente, ascendemos hacia la alegría.
• Somos amados, siempre en los brazos de Dios, incluso si interpretamos esos cuadros llenos de miedo y dolor de los roles de nuestros ancestros.
• En el presente, en una sola respiración, cambiamos la dimensión de la percepción y nos permitimos ya el puro éxtasis, cuando entregamos las dudas a la Verdad.

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