Nuestros Roles

Madre, la obra maestra de Dios creando expresiones en Forma.

• Siempre perfecta, incluso cuando su papel parece tan complicado para el niño.
• Ama como puede y donde quiera que esté, siempre está cerca.
• Digna de respeto y aceptación incondicional en su totalidad, ya que es igualmente nuestro reflejo, como nosotros somos su historia.
• Todos venimos del mismo seno del Amor Cósmico para encontrarnos a nosotros mismos en los ojos de la Madre de la Vida.

Los niños... los espejos más perfectos de nuestras creencias ocultas, amor puro pero también la verificación más poderosa de todos los apegos.

• No tenemos elección y ellos tampoco, si nos aferramos a cualquier papel, experimentamos intensamente esos desafíos.
• Sin ellos simplemente nos amamos en esos hermosos ojos.
  

• En la vastedad del pensamiento, se puede descubrir esa paz sin apego a ninguno de ellos.
• Cada uno es solo un roce de conciencia, pero no puede tocarla.
• Si no resistimos los momentos, simplemente observando el juego de la experiencia, en algún momento la relajación natural está dentro de nosotros todo el tiempo.
• Y eso es felicidad incondicional, cuando las escenas externas no tienen anclaje en nosotros.

El Amor sin dueño Es. Sin nombre, desnudo y no necesita defenderse, porque en sí mismo es un escudo del que rebotará cualquier mentira. Solo el pensamiento separa a alguien de algo. Lo completamente sin nombre se nombra como Todo.

La realización divina abarca todas las cualidades de la experiencia.

• La esencia no está amenazada por ningún pensamiento, sin embargo, la FORMA / cuerpo es una consecuencia de ciertos pensamientos, creencias y suposiciones programáticas.
• Cuando reconocemos Quiénes Somos, naturalmente no resonamos con ciertos "productos", simplemente nos guía la intuición interna y esa sabiduría es incuestionable.
• Observamos la Vida desde diferentes perspectivas y esas elecciones del corazón crean conscientemente ese cuerpo en equilibrio.
• Nada puede dañar a Dios, pero el cuerpo físico siempre nos mostrará la dirección correcta si lo escuchamos.

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