Relación muerta

La relación es un espacio energético donde intercambiamos nuestras cualidades, creamos juntos y amamos, si la relación ha alcanzado un nivel más profundo que lo previsto por las premisas del tercer plano. Las relaciones tridimensionales existen a través de programas específicos y expectativas asociadas a ellos. También están basadas hasta cierto punto en el sistema hormonal y si, debido a una auténtica cercanía, la relación no se eleva a un nivel más alto, con el tiempo, la relación se agota y se podría decir que está muerta energéticamente. La energía no fluye y las personalidades no pueden encontrarse porque los patrones programados han tomado el control.

Cuando la alegría desaparece, junto con ella el amor, significa que la relación comienza a ser creada mecánicamente, basada en programaciones individuales y colectivas que no nos permiten encontrarnos en el Campo del Corazón. Si los patrones nos ocultan la verdadera fuente del amor, nos convertimos en víctimas de ese lado lógico del cerebro que no puede captar una perspectiva más amplia.

En niveles más profundos, todos somos amor y todos buscamos esa calidad que nos es familiar. La tercera dimensión cumple perfectamente su función y nos brinda la oportunidad, a través de una conciencia expandida, de elevarnos más allá de todas las limitaciones de la mente colectiva, que gestiona perfectamente este juego.

El amor no tiene nada que ver con la lucha y la imposición de nuestras visiones. Nos enseña a permanecer fieles a la armonía interna que nos permite vibrar con nuestros aspectos más hermosos.

• Cuando dejamos de percibir el mundo como un campo de batalla y nos convertimos en Observadores conscientes de nuestro verdadero Poder, naturalmente abandonamos la percepción tridimensional.
• Si "la relación está muerta", es una señal de que nos hemos alejado de nosotros mismos y nos estamos desviando hacia el sufrimiento, que es consecuencia de la identificación con un mundo dual que nos separa artificialmente.
• Cuando volvemos a nuestro interior y liberamos esas identidades dolorosas, volvemos a vivir, sentir, alegrarnos, incluso sin razones externas.
• Nuestro mundo interior es la causa y el efecto de todo este teatro proyectado.
• No tenemos que seguir con nuestras historias tristes cuando entendemos que realmente son opcionales.

Podemos dejar de referirnos al pasado en cualquier momento y activar nuestra nueva realidad con una mirada fresca.
Si sientes que algo en tu vida está muriendo, significa que se está produciendo una transformación y lo que se construyó sobre patrones falsos está cambiando. Es un maravilloso proceso de despertar cuando dejamos de aferrarnos a una falsa zona de confort y nos permitimos elevarnos por encima de todas las formas de pensamiento que nos limitan.

La relación muere cuando:

• No cuidamos nuestra energía, nuestros pensamientos y automáticamente desempeñamos nuestros roles.
• Cuando no nos vemos ni nos escuchamos a nosotros mismos ni a nuestra pareja.
• Cuando la comunicación se reduce a una reproducción programada de nuestros roles.
• Cuando las expectativas y las decepciones ocultan el verdadero valor de la relación.
• Cuando buscamos "soluciones" fuera en lugar de buscarlas dentro de nosotros mismos, cambiando nuestra actitud y elevando nuestra energía.
• Cuando simplemente es hora de un cambio y nuevas experiencias.
• Cuando una etapa llega a su fin y necesitamos crear algo nuevo.
• Cuando no escuchamos al corazón, sino a la mente.
• Cuando desaparece el NOSOTROS y solo queda el yo, mí, mío.
• Cuando aparece, porque ÉL, porque Ella.
• Cuando aparecen los juicios y los reproches.
• Cuando la proyección es invisible para nosotros y creemos en su realidad.
  

• Si nos dirigimos a nosotros mismos y reconocemos nuestra verdadera guía en nuestra Verdad, descubriremos espacios completamente nuevos donde el Amor y la Alegría son evidentes, siempre presentes y tratados como la semilla de cada logro.
• Sin ellos, cualquier cosa que intentemos crear estará muerta, sin energía, sin un propósito real para nuestra alma.

Tu alma siempre te lleva al origen de los potenciales más bellos. Si algo muere, significa que es hora de un cambio y de dirigirnos hacia la vida. Deja que la energía fluya libremente, porque nada la detendrá, y la resistencia y la adhesión a nuestras creencias solo aumentan el dolor y el sufrimiento de aquellos que luchan contra la ilusión de sus propias imaginaciones.